27 de marzo de 2020

Reseña del libro: ''Hablando con los muertos'', de Harry Bingham

Libros recomendados: ‘’Hablando con los muertos’’, de Harry Bingham. Ediciones B. Thriler, psicológica, policíaca…


  En una de las franquicias de una de las grandes tiendas físicas en las que me dejé más de mil euros en libros un año récord; pero que en la que ya no he vuelto a comprar; porque me estafaron en un tema literario, y no sólo a mí…, descubrí por casualidad este título. Me hizo gracia, por original, sin serlo del todo: ¿quién no habla con los que ha perdido?; pero se nombraba el síndrome de Cotard: enfermedad mental que relacionan con la hipocondría, en la que la persona que la padece cree no existir o estar pudriéndose: muerto de toda manera… ¿Hasta dónde se acepta, en esta enfermedad de la que casi nada se sabe por no haber casi casos conocidos, el sistema anímico?, pues si una persona se vuelve nihilista; pero sigue hablando, entiende que existe de algún modo, ¿no? Aunque ahí puede entrar el tema psicológico. Duro en cualquier caso.
  Leyendo reportajes, ‘me hace gracia’ ver que para ayudar a estos pacientes se les practica durante un tiempo terapia TEC, que al final consigue efectos secundarios como pérdida de memoria, lo cual me resulta algo irónico; pero yo, por desgracia, no soy médico. O por suerte: si hubiera sido una mala médico no me lo podría perdonar…
  Me quedo con el consuelo de haber ayudado, hace unos años en una zapatería, a un hombre: a detectar que estaba teniendo un ataque de epilepsia (¡gracias películas!), y mantenerle la cavidad oral protegida para que no se tragara y ahogara con su propia lengua… Me quedo con el consuelo de haber conseguido después de 7 años convencer a un médico de pago, de que le hicieran pruebas a mi hermano para confirmar que no era diabético, cosa que aseguraban en la Seguridad Social (curiosamente muchos médicos trabajan en la SS y luego en sus consultas privadas…) Me quedo con el consuelo de descubrir una irregularidad respiratoria en mi hermanita de 4 patas, cosa que los veterinarios me negaron, hasta que por suerte…, al estar ingresada y monitorizada, tuvieron que acabar aceptando: tenía un edema en el pulmón. Y me quedo con el consuelo de descubrir mi propia intolerancia alimentaria y mi tendinitis crónica, después de que varios médicos me dijeran que tenía ansiedad: mal de moda, parece que todos la sufren…

Dos asesinatos, una policía con síndrome de Cotard… La compañía de los muertos, la de la familia…
  No aceptada por la sociedad: esa masa que se une para desprestigiar en comunión hasta que se descubren manchas en la propia masa… Esa sociedad que necesita creerse por encima de todo y tachar al, quizás, necesitado de amor, o al menos interés.
  Original, intrigante. Un libro entretenido, del que hay secuelas…

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