Soy una
de esas personas que tienen sentimientos y que por tanto son consideradas
sentimentales. Pero a la vez, la misma gente que me considera sentimental sabe
que soy fuerte; porque a los que nos creen de tan buenos tontos, nos acaban enseñando
a poner límites. Y a mostrar que somos buenos; pero no tontos.
No
me gustan las injusticias; porque me recuerdan que hay demasiadas personas sin
corazón. Y porque siempre acaba pagando el que no debe.
Me
encanta saber que las personas todavía pueden mostrar sentimientos verdaderos;
aunque empiezo a ver mucha crisis en este aspecto…
Soy
de esas personas que antes que preguntarte tu talla o tu estado civil te
preguntaré si eres feliz. Últimamente me he enterado de que a muchas personas
no les gusta que se les pregunte eso… y me imagino que es porque no lo son: de
otro modo lo gritarían a los cuatro vientos. Es una pena… Yo he sido y todavía
soy feliz. Por suerte. A veces es cuestión de uno mismo: centrarse en la vida
de uno mismo y pasar de la de los otros. No desear el mal a los demás y
agradecer lo que tienes. Ayuda que te quieran; pero debes querer. Y que salga
del corazón. Aunque a veces la infelicidad viene por motivos que escapan a
nuestro control. Eso ya es otra cosa.
Me
encanta viajar, cuando puedo, y descubrir lugares interesantes, que
los hay en todas partes. He vivido años fuera de casa, a raíz de tanto viajar,
si me pongo a contar las semanas y los días, desde que por suerte empecé a
hacerlo. Esto ha ayudado mucho en casa: viajar. Muchísimo, de hecho. Y los
recuerdos que me llevaré en su momento, no tienen precio. Definitivamente. No
he salido de Europa; pero ha sido intenso… He estado en unos 15 países; aunque
en algunos no tanto tiempo como me hubiera gustado. La gente: igual en todas
partes…
La historia antigua: mucho más
interesante que la actual: debería enseñarnos a todos.
Las obras pictóricas pueden llegar a hipnotizar:
desde el naïf hasta el hiperrealismo pasando por el manga: pura fascinación
cuando están bien hechas.
Los
conciertos son otra maravilla en las preferencias de mi vida. No me centro en
un único estilo musical, como hacen otros; porque me perdería demasiadas cosas
buenas… Desde la clásica hasta el trance, sin dejarnos el pop, ni el rock, en
todas sus variedades. ¡Más de 100 conciertos y contando! Recuerdos personales con
ídolos a los que ni soñaba conocer… Esto tampoco tiene precio.
Y
el teatro… Me gusta ver como los profesionales actúan, al contrario de cuando
lo hacen los aficionados de la calle: las personas falsas…
El cine y algunas series, son necesarias
a veces para desconectar de otro modo, y dejar que te cuenten en alta voz, con
miradas difíciles de describir, o una belleza inimaginable… Coreografía humana y natural (un amanecer, por ejemplo...) para sentirse en conexión. Inspiración. Para lo bueno y para lo malo. También.
Los actores pueden hacer llorar de emoción. Y eso es bueno. Pero hay que
recordar que también hay personas que saben y pueden trasmitir, si se las deja.
Recordar empatizar con el que siente sin previo guión. Hay personas con
corazón, fuera del cine o de la puerta de casa, o en una misma casa. También
merecen una lágrima o un aplauso.
Leer:
uno de mis salvavidas. Y al final escribir: otro de mis salvavidas. Adentrarse
en historias que te absorban no tiene límites: dédalo infinito; aunque te mees
de risa... o te cagues de miedo… Por supuesto también hay decepciones, como con
las personas. Y al final desahogarte, ser activista, escribir lo que no has
leído y querrías haber leído… Una página en blanco puede llenarse de muchas
maneras y a veces ayudar a los demás: una sonrisa, comprensión… Tampoco me
corto: leo de todo. De todo se aprende. De todos.
A
las personas se las va conociendo poco a poco…
Que intenso !! Me lo he leído 2 veces para disfrutarlo doblemente. Felicidades por escribir tan bién !
ResponderEliminar...Me dejas sin palabras... y eso que creía dominarlas al menos un poquillo... Gracias, de verdad! Grácies!
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