26 de enero de 2019

A mi madre...


Dicen que la tierra es redonda… yo he caminado por el mundo y siempre me ha parecido plano.
  Nunca creí caer, al igual que a tu lado, mi mundo, nunca caí.
  Yo nací en mi mundo: tú, y dentro de ti, aun sin saberlo, la tierra sí era redonda. Pero nunca caí.
  Tu eres el mundo, y su tierra está sembrada de ti. Metafórica y literalmente.



25 de enero de 2019

A mi abuela...

Era pequeña; pero conocía el dolor, el miedo, el llanto... también el amor, la risa, la alegría...
  Me dijeron que existía Dios; aunque no se pudiera ver, estaba pendiente de todos nosotros.
  Y tenían razón: tú, mi abuela, eres todavía mi dios: estuviste pendiente de todos nosotros, cada día, pudieras o no. Nos quisiste hasta dar la vida...
  Y siempre serás mi dios, estés donde estés...
  Y te quiero.
  Y te pido perdón si te fallé alguna vez.
  Y te pido que me esperes en algún lugar... quizás en el umbral de esa puerta...