19 de marzo de 2022

Reseña: Cómo dejar de ser gilipollas, de Alicia San Miguel

Cómo dejar de ser gilipollas, de Alicia San Miguel. Autopublicado. No ficción, aprendizaje, escritura, relaciones y situaciones varias, autocrítica…




  El título llama.

  Imagino que la autora a partir de un comentario, por lo que explica, inadecuado, se anima en ese tiempo ‘’libre’’ a escribir estas reflexiones que dice no creía publicar y luego algunos hemos leído. 

  Es realista, pero bastante positivo a fin de cuentas para la realidad que algunos viven y de la que se quejan en las redes sociales en las que la autora se mueve. Aunque no todos somos iguales. Y éste es un libro propio, del que la autora nos dice que no pretende dar consejos... Cada uno tiene el derecho (o la desgracia) de ser gilipollas a su manera. 

  Mejor tomarnos el tema lo más llevadero posible y mandar a la mierda a todo bicho tóxico (hablo de personas) que haya por en medio; pero es que hay tantos… 

  Nos encontramos con ese percance de salud; abuso en el trabajo; cambios de país, inolvidables; vueltas; y muchos momentos en los que cualquier persona se puede ver reflejada. La autora nos dice que todos hemos, somos o seremos gilipollas (y añado: 3 en 1 y ‘’Hasta el infinito y más allá’’… en más de una ocasión; y cada vez seremos más gilipollas, también gracias a las máquinas que han construido otros gilipollas que se han forrado…, con la auténtica meta de robarnos la poca personalidad que va quedando) en algún momento, y estoy de acuerdo. Para empezar, hay que ser gilipollas para aguantar lo que otros pretenden que aguantemos. Y seguimos aguantando. Gilipollas. Yo la primera. Lo bueno es que no culpo en realidad al otro gilipollas; ya que al final la decisión es mía…

  De las frases históricas; todas ellas muy buenas, la de la autora me recuerda a una mía propia, y seguramente, una a la que recurre mucha gente a lo largo del día… Si no te la imaginas, léete el libro, que es breve.


Interesante la ventanita que abre al público, gilipollas o gilipollas. Aunque hay personas a las que hay que tener respeto por no poder haberlo hecho de otro modo; por las circunstancias, los sacrificios, por las épocas…


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