Necesité
sentirlo
Necesité
perder un padre para saber qué es llorar por el ser más querido.
Necesité ver a mi pareja engañándome para
dejar de reírme de otras parejas.
Necesité sentir la lengua de mi perro en mi
mano para ver que mi amigo humano no me abraza.
Necesité sentarme en una silla de ruedas para
ver a las personas desde otro ángulo.
Necesité que alguien de la calle me
recomendara ir al psicólogo para descubrir que la sociedad no está
suficientemente inspirada para amar.
Necesité llegar cansado del trabajo y que mis
hijos me saludaran para entender a mis padres.
Necesité escuchar a mi amigo hablar mal de mí
para confirmar su falsedad.
Necesité observar cómo me robaban para
entender la frustración de los que trabajan y pierden a manos de otros.
Necesité enamorarme de alguien de mi mismo
sexo y que se rieran de mí, para entender que a veces las personas son
monstruos.
Necesité dormir en la calle para entender que
a veces no es tan fácil como buscar trabajo.
Necesité que mi jefe abusara de mí para dejar
de acusar a la anterior víctima.
Necesité dejar las drogas, el miedo…, para ver
que habían abusado de mí.
Necesité que el móvil se rompiera para ver
cómo los demás pasaban de mí mientras tocaban su móvil.
Necesité ser prostituido para entender que
algunas personas son amenazadas para practicar sexo con otras.
Necesité que se rieran de mis miedos para
dejar de reírme de los miedos de los demás.
Necesité ver cómo el mundo cambiaba
drásticamente para entender que lo estamos provocando nosotros.
Necesité ser persona para entender a las que
todavía lo son.
Necesité morir para saber qué es vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si deseáis comentar, me gustará leeros