22 de abril de 2022

Pequeñas librerías de barrio y a veces grandes hipócritas...

Se acerca Sant Jordi y más que nunca, las tiendas de barrio piden apoyo. 

  Dejarme que os cuente algo interesante sobre algunas de ellas.

  Y antes, una presentación sobre mis estanterías; cantidad y procedencia. Y por tanto, algo sobre mí.


He vivido en pueblos costeros, que aunque grandes, son pequeños y en pequeños comercios he gastado mucho dinero en libros. Luego está la típica salida a por varias cosas que encuentras en uno de esos sitios llenos de tiendas diversas, donde va a caer algún libro, seguro. Hace un tiempo descubrimos Amazon, y ahora con la pandemia apocalíptica te traen a casa productos distintos, y así no matas al vecino ni arriesgas tu vida… También han caído libros, ¡por favor!

  Tengo unos 5.000 libros; heredados, regalados, comprados, coleccionados, adquiridos en el extranjero, en lugares benéficos, por sorteo, gratuitos en Amazon… sin contar los libros perdidos, prestados y no devueltos, los del colegio, las varias enciclopedias, libros de todo tipo, y los que han desaparecido por falta de espacio, por cambios de vivienda. Y porque algunos los vendimos o regalamos; ya que no todas las colecciones nos gustaban. También he regalado libros comprados para distintas ocasiones.

  La mitad, gracias a la incompetencia médica; que me tiene con dos tendinopatías y más desde hace mucho ya…, son en formato digital; tanto si son de autores de toda la vida, como de autopublicados, como yo misma. Descubrí que existían y que se podía autopublicar hace poco, gracias a que me dijeron que si no entraba en redes como Twitter o Instagram y no conseguía miles de seguidores…, nunca sería escritora, si es que algún día me decidía a publicar mis libros varios. Y los de mi madre.

  Supongo que ha quedado claro que leo desde siempre. Y que no leo a cambio de libros como hacen algunos; si es que los leen en verdad, pues a veces, y eso que el gusto es personal, te recomiendan que compres esos libros: libros que adquieren impresionante fama y que cuando los lees, si es que te animas a probar, te unes a ese club de apestados porque no nos gusta algo que como lectores, no sabemos por dónde empezar a dejar de leer; ya que en verdad queremos darles una oportunidad. Pero lo siento; no todos los escritores saben escribir, ni todos los lectores leer. Hay libros antiguos sobrevalorados, y libros actuales que no tienen la atención merecida. Y parece que algunos han olvidado que los antiguos también empezaron siendo desconocidos. Y los no tan antiguos, y que no dejan de repetirse y repetirse y repetirse hasta que te duermes. O dejas de leerlos.

  Escribo desde 2011 y no pensaba seriamente en publicar; pero por motivos anímicos, me atreví en 2020, con un relato breve y totalmente benéfico, sobre mi hermano felino; ‘’Mickey’’, que va acompañado de dos poemas; uno escrito por mi hermano Toni; y el otro por mi madre Consol Bas Farizo, también escritora, y artista en general, además de empresaria. La perdimos en 2014, y quise inmortalizarla de varias maneras... 

  La experiencia con la correctora al final me enseñó que si tengo que pagar por fallos ortotipográficos y de estilo, mejor no pago; porque lo más probable es que algunos ‘’lectores-reseñadores’’ ¿con suerte? me van a puntuar con un ‘’truño’’... Y nos enseñó mucho más. Y lo que se puede aprender.

  Ya he hablado sobre lectores y escritores autopublicados que me han dicho que me iban a leer o que me habían leído o comprado, cuando no lo han hecho: la página de autor no miente. Ya he hablado sobre grandes empresas que estafan por placer y que apuestan por frases y palabras tipo; ‘’tengo la polla tan dura…; estoy húmeda y caliente…, chorreando; fóllame de una vez, en el baño público, no aguanto hasta casa; le metió los dedos, a la persona a la que quería más que a su vida…, en la barra del bar; córrete ya, dentro de mi boca, quiero beberme hasta la última gota’’… No importa el género (¡ojo!, me encantan los suecos, humanos; pero repito que leo de todo, soy open minded). Todo para vender. Qué ‘’bonito’’ el ¿neologismo? #newadult y qué cerquita está del #youngadult… También he hablado de los coeditores que te roban sólo por poner su sello, no tan conocido como Amazon, que en algún momento desaparecerá; ya que nada es perfecto... Pero hoy es la moda. Lo más triste, son esos ‘’compañeros’’ que no lo son, y que te engañan como si fueras gilipollas del todo, luego de haberlos apoyado pagando, leyendo y reseñando; cosa que podéis comprobar en mi #readingdeworld o en mi Blog. Y hecho por amor al arte, y valorado, a veces, por encima de mis autores preferidos; porque no siempre te tiene que gustar lo que escribe tu escritor preferido por encima de uno acabado de conocer y que te ha sorprendido. Una pena por ellos: hipócritas que te quitan las ganas y pierden posibles seguidores; porque también es verdad que hay lecturas que en caliente entran de un modo, y en reposo de otro. A veces he leído un libro (visto peli, o…) más de una vez, y me ha parecido mejor o peor con el tiempo y/o experiencias varias.

  

Ahora le toca el turno a esas pobres tiendas de barrio que lloran y no dejan de llorar. Y le toca el turno a sus falsas promesas…

  Pero antes, un repaso en números, de mi tesoro literario (y algún no tan tesoro). 


Empecemos por el tema electrónico: unos 2.500 libros. La gran mayoría a 0€ en Amazon, donde tienes que comprar el aparatito para leerlos, y pagar una mensualidad (no es gratis) si prefieres leer en plan buffet libre, cosa que en tiendas de barrio no he visto, y podría ser interesante para los que no pueden gastar, tienen problemas de salud, espacio, viajan... Si comparamos con el hecho de haber pisado… la luna, esto no es tanto, a no ser que el cocovid sí-cocovid no, o esa posible 3º guerra mundial que muchos auguran mientras permiten asesinos de masas sueltos, y se distraen con las noticias, nos depare un futuro efímero…, y de lujo; porque cuando hay falta de, tienes que pagar más. Así hacen muchos humanos que ‘’funcionen’’ algunos negocios… A través de este tema (libro electrónico) han salido muchas ‘’pequeñas empresas’’ que te cosen, algunas, ‘’con mucho amor’’ y alguna que otra estafa, protectores para el protector del aparato de lectura electrónico. Están esos escritores que auto publican y muchos de ellos me han perdido como lectora, #sorrynotsorry no os quejéis que he gastado mucho dinero y tiempo (a veces no entiendo el porqué de tanto pedir apoyo por sus partes…) Y están los de siempre, que han visto otro negocio, y que poniendo un precio desorbitado a veces, como hacen también algunos ‘’desconocidos’’…, caemos igual, ya que somos gilipollos. Por ejemplo de mi escritor favorito tengo 6 sin leer (2 en papel, gracias a la ‘’sabiduría’’ de un vendedor de tienda de barrio… que me dijo que esos no saldrían en electrónico, y yo, otra vez gili por creer y caer). Y menos uno que regaló (relato breve sin gran gracia) hace un tiempo, no son baratos. ‘’Antes’’ comprabas uno famoso en tapa dura por unos 24 €, tenías que esperar 1 año para pagar 18 con tapa blanda… y ahora pagas casi lo mismo por vía electrónica (sin matar árboles, que eso me sabe mal, ni ocupar estantería, que eso es motivador porque lo tienes delante de las narices, y no sólo tú, también tu familia…) que hace nada con tapa blanda. Por el mismo libro. Incluso esos desconocidos por los que arriesgas y al final, chof. ¿La tinta electrónica es de calamar en extinción, y la tapa lleva un código secreto o un mapa del tesoro camuflado?... Ya añado que del mismo modo han salido esas otras ‘’pequeñas empresas’’ con sus cajas literarias, que te traen, sin gastos de envío, con regalo tipo libreta de apuntes con temática, chuches, tazas, fundas para libros… el libro en papel, ‘’de tu gusto, mensual y sin compromiso’’; ¡ojo al dato!, por el mismo precio que sólo el libro, o quizás poco más por todo lo que llena… Y la versión digital…, a mitad de precio. No sé… En fin. También ha caído más de uno sorteado por redes sociales. Algunos ya no se pueden leer. Y otros han sido enviados por mail, sin pasar por Amazon. Por cierto.


Luego están los libros de viaje, unos 150 después de tantos y tantos años, menos los dos úl-timos: caros con todas las fotos que llevan dentro, pagados en castillos que se sustentan a veces de eso; no tienen tanta opción como otros. Y claro hay que valorar que una cosa lleva a otra. Al menos en el caso de muchos escritores, incluida yo. Y que son joyitas que te tren esos recuerdos. No olvidar marcapáginas, libretitas, agendas… ¿Quién va a un museo y no se trae un recuerdo si puede?


Tenemos la estantería de manga casi 800: casi todos de otra época en la que Amazon era una palabra inexistente para mí; así que ¿de qué os quejáis tanto, ‘’peques’’? Recordar que al menos antes, en casa, debíamos tener el doble seguro, y hasta me atrevo a decir que el triple de manga. Y mercha… y más, como revistas y artbooks, y peluches, y de todo lo que se haya sacado, o casi todo, hasta pedidos al extranjero, sobre todo Japón, gastos incluidos; pero lloremos. Recuerdo que incluso cobraban las entradas al salón del manga, cuando la mayoría nos dejábamos un dinero ya importante. Pero reconozco que he comprado varios (porque me habrá salido de los ovarios) en franquicias y ahora en Amazon, con menos toqueteos y lecturas descaradas y aceptadas en tiendas, también de barrio…, aunque igual de maltrechos algunos, como sabrán los que puntúan un libro por el mal trato de la empresa. Qué pena. Podrían puntuar doble, no criticar al libro por la incompetencia de los que los manipulan (¿arbitraria o no?). En fin, no se le pueden pedir peros al alma. Por cierto que fui una de las pioneras en pedir lo que ahora se prefiere llamar ‘’BL’’… Y recuerdo hacer una camiseta (dibujos manga de Sakura cazadora… y del personaje protagonista de la serie Nori Taka, dibujados por mí, con una frase, también mía, ‘’de cojones’’…) para una marca francesa que se estableció en España, en donde trabajaba un señor encantador, al que le encantaban mis dibujos (nos dejó hace ya años…), y que a veces, tras ver nuestro amor por los libros y la cantidad que comprábamos, nos regalaba alguna pequeña colección, o mercha: detalles que siguen ahí. Recuerdo cómo una de esas propietarias de tienda de barrio (‘’pijo’’, todo hay que decirlo, que si no, no entiendo cómo se sustentan durante años, con tanta queja) fue a reclamarle que ella también quería que le dieran camisetas de ésas para hacer propaganda, y él le aclaró que esa camiseta que lucía, era un regalo que le había hecho yo. ¡Toma ya! Y ella nos cobraba por un peluche que te cabía en la mano, unas 3.000 pelas. También pululan por casa libros repetidos (no sólo manga, pero el tema que más, y ya mejor no hablo de anime ni películas en varios formatos y versiones y reversiones del director, y ahora vamos a sacar el cofre de ‘’oro’’ con más de lo mismo, y por si acaso, hacemos unas 10 películas más del mismo tema, por si no te quedó claro de qué iba…) al editarse en nuestro idioma original, y no son sólo dos, ni gratis. ¿No es suficiente?


Vamos a por la estantería ‘’multitema’’: unos 1.000. Heredados; regalados; comprados; coleccionados; por sorteo; comprados en ferias benéficas; diccionarios; enciclopedias… Así como relacionados con lectura y escritura, los que sobreviven y van aumentando: libretas de apuntes; diarios; bolis; cajas de almacenamiento para las partes superiores de las estanterías; revistas de todo tipo, de las que me han inspirado a dibujar; totes de mala calidad (y sus coacciones disfrazadas para que ciertos días del año, que ya no son uno ni dos, gracias a los varios colores de la paleta y noches y días y tardes y 24 horas…, ¡y a veces con servicio de entrega gratis¡, compras con un 5% de descuento…, y con un regalo, que tienes que acabar pagando si te descuidas…) que han cobrado aparte como sus bolsas para que encima les hagamos propaganda, para llevar una compra de 20 libros, SÍ, y aún te preguntan si quieres una o dos, y si las quieres de plástico…, como marcapáginas que se supone son de regalo (a veces te dan 4 iguales… y otras te cobran, como un libro digital, ese trozo de cartulina); tazas con inscripciones o personajes, que por caras que sean se rompen como un diente de león, y no te devuelven el dinero y se quedan para que pongas esos bolis, marcap… Y los funkos literarios, ¡OMG!... ¡Y esto no se acaba, señores! Sólo contando las libretas, revistas y totes y bolsas que si no se rompen sigo usando, pongamos unas 300 piezas. Ya lo demás paso, porque me volvería atontá. O parecería una de las azafatas del programa ‘’1, 2, 3’’, o peor, un cobrador de impuestos. (La palabra impuesto ya nos da la pista de lo que nos hacen…, por cierto otra vez.)

  También compré algunos libros en aquel Círculo de…, que fue un chasco ilimitado, y un limitado y coaccionante robo…, que se me olvidaba, como más cosas se me olvidarán con el trajín… Hasta libros en gasolineras, volviendo de viajes… Y otros autopublicados de lugares y personas que nada tienen en común con Amazon, por ejemplo.


La palabra cantidad, queda más o menos clara… pero ¿la de origen, de esta última estantería? Pues entre los heredados, y recuperados y completados, en lugares que encuentras por internet o en librerías de barrio y en puestos callejeros para beneficencia; entre los de diferentes idiomas, para el colegio, y libros (sin fotos) del extranjero, de viajes, sobre María Antonieta, por ejemplo; entre poesía y teatro; ‘’autoayuda’’ y varios; entre historia, 2WW…; entre autores clásicos; entre los de mis autores favoritos, como Agatha Christie, Anne Rice, o todavía Stephen King (colecciones casi casi completas); entre los de acción, intriga, psicología, supuesto terror; entre romántica…, LGBT, feminismo y ‘’feminismo’’ (4 versos, y de los caros porque la autora deslenguada está de moda, ya que no hay beneficencia…, y, ¿por qué no hay ‘’casi’’ sobre hombres maltratados, LGBT aparte?, ni todos los hombres son malos, ni todas las mujeres buenas); entre juvenil, infantil (que suelen ser proporcionalmente muy caros), fantasía (interminable…), cómics españoles y europeos en general, y americanos, y carísimas ediciones de novelas gráficas, a veces con letra muy pequeña, páginas muy pesadas, y con dibujos que decepcionan un poco, por mucho que el dibujante de turno tenga extra de…; entre no ficción (alguno comprado en conciertos)… y los que me pueda dejar, como recién adquiridos y aún no catalogados, o los que tengo encargados y los que me van a regalar, extras relacionados aparte; porque no todo van a ser libros este año…, me atrevo a decir que, hasta ahora, un 75% o más (más), son comprados en tiendas de barrio (y kioscos); algunas de esas que lloran. (También tengo unos cuantos libros en papel, ganados en sorteos…)


¿A qué viene esto?, pues en parte a que algunas veces mi familia les decía a los de las tiendas de barrio que yo escribía, y entonces, esa ‘’buena gente’’ la cagaba diciendo, sin que nadie les rogara, que cuando saliera alguno de mis libros y/o los de mi madre, les lleváramos algunos, que con todo lo que yo les compraba… pues eso. Pero no. Cuando sacamos nuestro libro benéfico ‘’Mickey’’, a finales del 2020, lo comentamos de pasada; porque ya se sabe que mucha gente habla, pero luego… y así fue. De unas 5 librerías de barrio; una se hizo la sueca; otra se hizo la sorda; otra tenía problemas familiares (pero sí que vendía los libros de toda la vida, ¡hombre, por Dios!); otra, que además de decir que lloró con Mickey, y que debería de estar en colegios para que los niños se concienciaran… no pudo vender ni uno, cuando en casa, en físico, hemos vendido cantidades que se muestran en Instagram, con sus respectivos e interesantes ingresos bancarios a favor de las 8 asociaciones animalistas (‘’¡todo por los animales!’’, como suelen decir muchos que luego…) que componen Girogats. Curioso… Y otra vez ¡GRACIAS! a esos compradores y a los que han añadido algo más, de corazón. Lo mejor está por llegar: en Girona, hay ‘’una’’ librería de barrio, y decían estar dispuestos a ayudar. Un día lo probamos. Ni siquiera les pedíamos dinero; les dijimos que si vendían los dos libros que hemos y he publicado, podían donar a Girogats, de Girona misma, y quedarse el de ‘’Un libro lleno de títulos’’ a su favor, ya que nos hacían el favor. Era más la curiosidad de saber qué tal iría, en ese lugar emblemático. Pasados unos meses, nadie se había puesto en contacto, ni para bien ni para mal. Un día mi hermano fue a preguntar, ya que tenía que pasar cerca, por encargos, y, la respuesta de la pequeña librería de barrio fue que ‘’para preguntar si se habían vendido nuestros dos libros se tenía que pedir cita previa’’. Nuestra cara de gilipollas no daba crédito; sin restricciones por la enfermedad que todos conocen, supuestamente, ni que estuvieran a punto de cerrar sus dos tiendecitas vecinas; porque son dos, donde, sin cita previa, hemos comprado desde historia, hasta manga, durante años (y libros muy pequeños y mucho más caros que en otros sitios), no podían decirnos si los libros se habían vendido o estaban en escaparate o en algún rinconcito. Al menos el benéfico. Cita previa… y dicho de mala gana. O.K., otra compradora que os habéis perdido, como tantas librerías de barrio, franquicias, y lo que se ponga borde sin necesidad, han perdido una fiel lectora, y por tanto, compradora fiel. Seguro que si vamos de incógnito y preguntamos para comprarlos, los hubieran encontrado, o tal vez ni eso. Después de varios meses… Suponemos que eso a Stephen King no se lo dirían, ya puestos, claro. En fin, quizás me equivoco, o nos equivocamos; pero ésas no son maneras. Y luego se quejan, ellos, que no recuerdan que los autopublicados y similares, a los que tampoco me voy a poner a defender después de ser otro tipo de mentirosos muy parecidos (pero tampoco meto a todo el mundo en el mismo saco)… y que quizás otro día se hagan famosos escribiendo sobre ‘’pollas’’ o la historia del mundo… son también lectores y compradores…, y que podrían concederles una pequeña estantería como agradecimiento, e ir apostando después de una lectura, u ojeada, de la misma manera que usan su tiempo en promocionar a otros autores ‘’más conocidos’’ que no les aportan nada. Porque en redes ni se les oye, a no ser por sus páginas. Sé que algunas personas ayudan y son agradecidas, pero no ha sido mi caso, ni el de muchas personas a las que leo quejarse a través de estas redes que son tan crudas y actuales. 2022.

  Recuerdo un día en que en esta última librería de barrio, puse mis 4 libros (un breve poemario de letra grande y muy caro para ser de principiante, aunque ya ‘’famosa’’; una historia de Catalunya, de tapa dura, letra grande, relativamente breve y bastante caro; un tapa blanda, pesado y caro para ser un clásico de más de 70 años que puedes encontrar en bibliotecas públicas y en ‘’descarga gratuita’’ (aunque seguro que todos los libros no se encuentran en estos dos… lugares); y no recuerdo el 4º…, creo que una novela gráfica, bastante cara. La rebuscaron en su 2º tiendecita vecina; donde tienen algunos títulos similares desperdigados. A veces te decían que si no lo tenían lo podían pedir, y que lo podíamos ir a buscar en unos días, como si fuéramos a Girona cada día) en el mostrador, esperando que la mujer que tenía delante acabara su llamada telefónica para preguntarle a alguien si pagaba el dinero que le pedían por el libro (uno sin ‘’pompa’’) que tenía entre las manos. Desde la otra punta del cable se escuchó un ‘’no’’, y la mujer dejó el libro delante del vendedor y se marchó. Entonces ese vendedor me preguntó si yo quería los míos. ¿WTF?, o, ¿Perdón, caballero?, como dirían algunos vendedores adiestrados a base de marketing… Quizás tenía miedo de perder otra venta…, o quizás tendrían que pensar que hay lectores asiduos, y entender (si quieren que de verdad se compre) que se hacen sacrificios para comprar, muchas veces, un ‘’producto’’ que no alimenta el estómago…, ni destroza los pulmones; pero que puede inspirar hasta en habitaciones de hospital…., y rebajar precios y no poner la excusa típica de la repartición del pastel, y del mismo modo entender que están haciendo que muchos no puedan adquirir ‘’cultura’’… Luego si te vas a comprar libros al lugar donde te ‘’dejan’’ publicar los tuyos, que además y con mucha suerte, los pueden adquirir en el extranjero con un click, te critican. ¡Claro que sí!


Yo he tirado dinero a la basura con comida basura… igual que con libros; caros de precio y pobres de contenido. Libros que me han costado más que una entrada de algún irrepetible concierto en directo, que se mantiene en mi alma y en mi memoria. Por poner otro ejemplo.


Seguro que aunque no comentéis, como casi siempre, muchos, en silencio, estaréis de acuerdo conmigo. Aunque tengo claro que no escribo para ganarme esta carísima vida; sí que me lo trabajo con cariño.


Mi Sant Jordi es cuando a mí me da la gana o puedo. Y no le debo nada a nadie, al contrario; que no me lloren.


¿La verdad nos hará libros?...



Igualmente, feliz día.


Natalia Bas Farizo














15 de abril de 2022

Concursos literarios fraudulentos

Esta vez no es una reseña, ya me gustaría. 

  Esta vez es un recordatorio de que los ‘’GRANDES’’ no dejan de caer bajo.

  Hace unas semanas me recordaron que yo concursé, y, aunque con pocos votos, gané junto a 49 personas más, un proyecto gratuito; un libro electrónico que no aportaba más que esa ilusión, que ya es mucho, y más en el momento en el que me encontraba: con dos enfermedades ya crónicas y con mi hermanita de 4 patas empezando su calvario. Esas noches del 2017 no podía dormir del dolor, no tenía nada para aliviarlo, porque los médicos creían que era cuento, y mi pequeña no paraba de vomitar, cosa que tampoco tomaron enserio, porque la deshidratación debe ser otra broma. Así que descubrí un modo de intentar desconectar, por llamarlo de algún modo, con un escrito bastante sencillo.

  Me puse en contacto con algunos cercanos para que SI LES GUSTABA mi escrito, me dieran un voto. Algunos lo hicieron. Y se lo agradezco. Era una manera de estar pendiente de algo… supuestamente no negativo. Recuerdo que unos cuantos me dijeron que mi escrito merecía más votos: eso ya es cosa de gustos, pero gracias otra vez. Y, una persona que creía era solidaria me soltó, sin tener gran idea de lo que hablaba, que dejara de mirar por mí y llevara a mi perro a que le miraran si se estaba ahogando con algún objeto atascado en la tráquea… a uno de esos centros veterinarios, pijos, en los que casi la dejan morir por deshidratación; ya que YA HABÍAMOS ESTADO ALLÍ desde que empezó su sufrimiento, y no precisamente el día anterior. Esa persona, por llamarla de algún modo, me demostró que algunos de los que van de buenos, no lo son, como en el caso del concurso… 

  Después de unos días, nos comunicaron que se leerían los escritos y en unas dos semanas darían los resultados, basándose en SUS BASES Y NORMAS, en las que se especificaban puntos que se saltaron al proclamar los ganadores. Curiosamente, iban en el mismo orden de votaciones… No respondieron a las preguntas, en su propio blog, que les hicimos algunos…

  Yo quedaba dentro, a la hora en que finalizaba el concurso, y si se hubiera pasado ese filtro de sus bases… hubiera quedado en un puesto bastante decente. Recuerdo que un colega francés me felicitó, porque como yo misma, estaba controlando que al finalizar el concurso, ‘’yo estaba dentro’’. Pero enseguida me volvió a contactar para decirme que el concurso seguía activo pasada la hora punta, y nos habían adelantado a unos cuantos, como en una tramposa carrera… Supusimos que luego lo arreglarían. Pero no. Y repito: se dieron el lujo de decir que habían estado leyendo y haciendo un filtro, cuando los resultados venían por orden. 

  La verdad es que anímicamente me importaba poco, y mentalmente aún menos. Pero a los que amamos la escritura y nos ayuda a pasas malos ratos, incluso en un hospital, eso no se les hace. 

  Esta explicación la podía haber hecho hace 5 años. Tengo pruebas, porque lo grabé y lo capturé. Y si lo saco a relucir ahora, es porque como ya he dicho, hace poco en otra de esas redes sociales en las que me movía antes más que ahora, se han sacado otro concurso en el que algunos comentarios eran de duda, decepción, y temor al engaño. ¿Por qué será? 

  Puse mi granito de arena resumiendo esto, y encima, ya que algunos me apoyaron, los promotores de mentiras… nos dijeron que ellos no hacían trampa. Fue muy sencillo sacarles la verdad, pues les propuse pasar capturas para que todos vieran las trampas del año 2017. Y se hizo el silencio. 

  

Fue el 1º concurso que gané, aunque NO reconocido, pero ya me vale. Y me sabe mal por las otras personas que quizás con toda la ilusión, o también intentando desconectar, perdieron su ‘’premio’’. 


El escrito ‘’ganador’’ está en mi ‘’LIBRO LLENO DE TÍTULOS’’; mi 2º publicación, auto publicada. Pues mejor comer poco y digerir bien, como decía mi madre…

 

En el fondo los GRANDES te enseñan a no querer ser tan grande… Ese premio sí me lo llevé.


(Por cierto, hay un escrito ganador… que lleva el mismo título que el mío: no confundir.)











7 de abril de 2022