Libros leídos: ‘’Memorias de áfrica’’, de Isak Dinesen. Aventuras, aprendizaje, mujeres, culturas, relaciones varias…
Después de ver la película, con esos actorazos, me apetecía, desde hace tiempo, leer el libro. A veces una supera al otro…
Aprovechando la invitación para una Lectura Conjunta en redes sociales (más info en mi Instagram), pues me leí el libro, que quizás me ayudó en unas semanas horrendas, que no sabía me esperaban; o tal vez no supe valorar del todo por el mismo motivo…
Más o menos comentaré aquí, lo que comenté con los demás lectores que leyeron el libro…
Por cierto, la foto está hecha con el fondo de uno de los lienzos de mi madre, Consol Bas Farizo.
La narración de la autora es calmada; pero intensa: transporta a un lugar lejano y desconocido, consiguiendo que su grandeza, belleza de ébano y cercanía celestial, me hagan pensar en lienzos observados en museos, no hace tanto…
Una mujer se aventura a vivir una serie de experiencias que sabe manejar bastante bien, en un momento de su vida en el que se descubrirá y descubrirá más que un continente; más que sus tribus: con sus creencias, dudas, diferencias y similitudes, y al fin sentimientos compartidos. Y aprenderá a convivir con salvajes y preciosos animales cercanos, como si del apacible día y la mística noche se tratara.
Conocerá a personajes varios, a los que perderá, o de los que se encandilará por varias razones. A unos observará, envalentonará, convivirá en lo bueno y en lo malo, en su costumbrista, y ambigua vida, que por otro lado es parte de la libertad que siente la protagonista; y a otros invitará a su querida granja a degustar manjares y melodías, y les contará historias: como una anfitriona inesperada, o quizás a la inversa, dejando huella, como ellos en ella y en su encantador continente con sus aristocráticos animales salvajes que ‘’presidirán’’ monumentos inolvidables…, ya parte de esa tierra: bajo el sol dorada, y siempre adorada. Tres amores… Ya parte de esos recuerdos que, como heraldo, nos adelanta el título.
Como en una paleta de colores, las diferencias entre África y Europa conviven entre safaris y cenas en el restaurante del creciente hotel de Nairobi…
El amor hacia este continente, lo describe como una primera vez, cada vez, con la prosa adecuada para recordarnos que el nativo es más inteligente y sencillo que el extranjero, que debe acercarse a él como al animal que te puede enseñar los colmillos.
Los cuentos de hadas, la cultura, aparte de Lulú…, son sentimientos vitales para ella, en éste: su mundo por un tiempo tan efímero como imperecedero.
…Saco a relucir el tema de la personalidad propia de las mujeres: tanto de la narradora, como de las nativas; porque algun@s todavía creen que la mujer sólo puede aguantar el dolor del parto.
Creo que la pérdida de la granja, es la pérdida de un todo, que a ‘’diferencia’’ de en la película, donde además hay más que un carácter templado: se muestran más sentimientos por el cercano…, fue y será su gran anhelo.
La despedida es dura, cuando has encontrado lo que te hace sentir, una memoria tan intensa, tal vez por lo que no encontró en otros lugares o personas; y por lo que pudo ofrecer anímicamente…
Si te quieres enamorar de África, lee el libro.
Si te quieres enamorar de algo más… mira la película, donde las expresiones humanas son la narrativa y la historia se extiende con las interpretaciones.
Coge una avioneta, súbete a tu imaginación, y observa con detalle: ¿no ves cómo los animales corren libres incluso si hay hombres entre ellos?
Una buena lectura.
