Hace
poco he leído: ‘’Aquí la bruja no se quema’’, de Amanda Lovelace. Editor
Planeta, colección ESPASAesPOESÍA. 208 páginas.
Como dije, continúo leyendo a Amanda
Lovelace…
Me gusta su estilo, me gusta que las mujeres
se quejen, me gusta que la balanza comience a moverse algo más. Aunque si me
tuviera que definir con etiquetas, diría que soy humanista.
Hay personas a las que les ofende que otras
se quejen de sus vivencias, cuando se lleva haciendo desde siempre. Hay que
respetar las decisiones, que pueden ayudar a otr@s, y si te ves reflejado en el
lado del malo, cambia. Si puedes. O quieres.
Yo misma he tratado con personas que no me
han conocido, y han querido hacerme infeliz, como algunas de las que me han
conocido. Todos tenemos derecho a quejarnos, si es con razón. No se trata de
contar lo bueno, solamente (que a veces es lo que hace que los que te conocen y
los que no, quieran hacerte infeliz…): lo malo es lo que nos debiera hacer
madurar y aprender. También merece un espacio.
Es aplaudible que alguien dañado se levante y
te enseñe a ser persona.
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