Esta vez no es una reseña, ya me gustaría.
Esta vez es un recordatorio de que los ‘’GRANDES’’ no dejan de caer bajo.
Hace unas semanas me recordaron que yo concursé, y, aunque con pocos votos, gané junto a 49 personas más, un proyecto gratuito; un libro electrónico que no aportaba más que esa ilusión, que ya es mucho, y más en el momento en el que me encontraba: con dos enfermedades ya crónicas y con mi hermanita de 4 patas empezando su calvario. Esas noches del 2017 no podía dormir del dolor, no tenía nada para aliviarlo, porque los médicos creían que era cuento, y mi pequeña no paraba de vomitar, cosa que tampoco tomaron enserio, porque la deshidratación debe ser otra broma. Así que descubrí un modo de intentar desconectar, por llamarlo de algún modo, con un escrito bastante sencillo.
Me puse en contacto con algunos cercanos para que SI LES GUSTABA mi escrito, me dieran un voto. Algunos lo hicieron. Y se lo agradezco. Era una manera de estar pendiente de algo… supuestamente no negativo. Recuerdo que unos cuantos me dijeron que mi escrito merecía más votos: eso ya es cosa de gustos, pero gracias otra vez. Y, una persona que creía era solidaria me soltó, sin tener gran idea de lo que hablaba, que dejara de mirar por mí y llevara a mi perro a que le miraran si se estaba ahogando con algún objeto atascado en la tráquea… a uno de esos centros veterinarios, pijos, en los que casi la dejan morir por deshidratación; ya que YA HABÍAMOS ESTADO ALLÍ desde que empezó su sufrimiento, y no precisamente el día anterior. Esa persona, por llamarla de algún modo, me demostró que algunos de los que van de buenos, no lo son, como en el caso del concurso…
Después de unos días, nos comunicaron que se leerían los escritos y en unas dos semanas darían los resultados, basándose en SUS BASES Y NORMAS, en las que se especificaban puntos que se saltaron al proclamar los ganadores. Curiosamente, iban en el mismo orden de votaciones… No respondieron a las preguntas, en su propio blog, que les hicimos algunos…
Yo quedaba dentro, a la hora en que finalizaba el concurso, y si se hubiera pasado ese filtro de sus bases… hubiera quedado en un puesto bastante decente. Recuerdo que un colega francés me felicitó, porque como yo misma, estaba controlando que al finalizar el concurso, ‘’yo estaba dentro’’. Pero enseguida me volvió a contactar para decirme que el concurso seguía activo pasada la hora punta, y nos habían adelantado a unos cuantos, como en una tramposa carrera… Supusimos que luego lo arreglarían. Pero no. Y repito: se dieron el lujo de decir que habían estado leyendo y haciendo un filtro, cuando los resultados venían por orden.
La verdad es que anímicamente me importaba poco, y mentalmente aún menos. Pero a los que amamos la escritura y nos ayuda a pasas malos ratos, incluso en un hospital, eso no se les hace.
Esta explicación la podía haber hecho hace 5 años. Tengo pruebas, porque lo grabé y lo capturé. Y si lo saco a relucir ahora, es porque como ya he dicho, hace poco en otra de esas redes sociales en las que me movía antes más que ahora, se han sacado otro concurso en el que algunos comentarios eran de duda, decepción, y temor al engaño. ¿Por qué será?
Puse mi granito de arena resumiendo esto, y encima, ya que algunos me apoyaron, los promotores de mentiras… nos dijeron que ellos no hacían trampa. Fue muy sencillo sacarles la verdad, pues les propuse pasar capturas para que todos vieran las trampas del año 2017. Y se hizo el silencio.
Fue el 1º concurso que gané, aunque NO reconocido, pero ya me vale. Y me sabe mal por las otras personas que quizás con toda la ilusión, o también intentando desconectar, perdieron su ‘’premio’’.
El escrito ‘’ganador’’ está en mi ‘’LIBRO LLENO DE TÍTULOS’’; mi 2º publicación, auto publicada. Pues mejor comer poco y digerir bien, como decía mi madre…
En el fondo los GRANDES te enseñan a no querer ser tan grande… Ese premio sí me lo llevé.
(Por cierto, hay un escrito ganador… que lleva el mismo título que el mío: no confundir.)
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