Me preguntan todavía qué regalar al ser querido. Bueno, los regalos
materiales pueden triunfar o fracasar: depende del dinero que te gastes y de lo
que conozcas o te interesen las personas a las que van dedicados los regalos.
Yo, materialismos a parte, suelo
recordar a los que me preguntan, que los mejores regalos no cuestan demasiado,
en verdad, sólo algo de interés, y si es la persona/s adecuada/s, tendría que
sobrar interés: escuchar, hablar, abrazar, sonreír, dejar llorar si hace falta,
preguntar de tanto en tanto si es feliz, comprender o al menos intentarlo o
sino respetar… tanto si hablamos de un niño, un anciano, la misma pareja con la
que se ha pasado mucho tiempo ya, o tu mejor amigo de 4 patas.
Dulces, peluches, chuches caninas, tecnología,
pijamas, joyas, corbatas, entradas para un concierto o una escapada romántica
están muy bien, si van acompañados del suficiente cariño. Nunca falla. Y menos
si el cariño es recíproco.
¡Feliz Navidad y Año Nuevo!
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