23 de octubre de 2019

Retos literarios en Blogs amigos, 1º parte

En algún mágico lugar de las tierras tecnológicas... existen Blogs amigos en los que sus encantadores y encantados Maestros de ceremonia, te invitan a que entres en sus dominios y dejes parte de tu alma. De esta manera, se crea un vínculo con tinta en vez de sangre, que no se borra.
  En estos mágicos lugares, que todavía no he acabado de recorrer... puedes encontrarte magos de todo tipo con almas tan variopintas como un ramillete creado por el gusto de una niña inocente.
  Hay perlas preciosas escritas en estos Blogs: sin límite de imaginación, de temática... Los últimos escritos que he leído del mes de Octubre, en el Blog de Jessica Galera Andreu, son tremendos; me costaría mucho tener que otorgar un premio, si fuera el caso. 
  Tenéis que probar!!

Os muestro mis aportaciones, por orden: en el Blog de Jessica




1º relato de agosto:

'El palpitante corazón del bosque'
Corría, no sin mirar atrás,
del malvado monstruo debía escapar.
Corría, no sin mirar atrás,
con el temible monstruo la querían casar.
En el bosque se había adentrado,
huyendo del monstruo desalmado.
En el bosque se había encontrado,
en ese bosque, al que llamaban encantado.
Las gentes decían que el mágico bosque palpitaba:
que a las buenas personas ayudaba.
Eran muchos los que confirmarlo deseaban;
pero el miedo a lo incierto los ahuyentaba.
Los abuelos a sus antepasados recordaban;
las madres por sus hijos oraban;
los niños en la oscuridad imaginaban…
Pero nadie se adentraba; aunque la leyenda rezara:
‘Si al centro de mi corazón lograras llegar,
tus buenos deseos se harán realidad.
No puedes albergar ninguna maldad;
pues mi corazón sólo entiende de bondad’.
La vital agua limpia empezó a brotar,
La luz de la vida se empezó a multiplicar…
El monstruo allí no podía llegar:
la leyenda hablaba de libertad.

2º relato de agosto

Al misterioso Mont Saint Michelle tres hermanos peregrinaron una vez,
es una entretenida historia que saber queráis, tal vez.
Llegaron a través de un viaje inesperado,
una promesa, quizás, que a un querido Ángel habían dedicado...
La visión externa les recibió de manera abrumadora, y divina:
pues la figura de San Miguel Arcángel desde lo más alto, hasta el cielo, se erigía.
Pasear por el laberíntico interior fue intrigante y a la vez esclarecedor:
los restos de historia, entre tiendas y restaurantes, permanecen vivos al adorador.
Pero casi me caigo por las escaleras pequeñas, como un cacahuete,
y me acordé de la familia del maestro de obras, recitando un sainete...


1º relato de septiembre

''Debes hacerlo''
Se adentró en la casa de la bruja en silencio, latidos de su asustado y esperanzado corazón aparte. Se encaminó hacia lo que podía ser la meta de su esperanza, como un ladrón; pero en realidad no lo era: era la víctima a la que habían robado. La maldita bruja le había quitado a su familia, y la tenía escondida en algún lugar allí dentro; pero no era un sitio donde su familia cabría corpóreamente: era un lugar embrujado en el que la oscura bruja los había condenado a sobrevivir mientras él no pudiera rescatarlos.
Podían estar en cualquier lugar… Pero había tantos objetos allí, que no parecía la típica casa, o escondite de una bruja…
Observó detenidamente, imaginando a su hermano o a su madre, chillándole ‘’aquí estamos’’… desde ese lugar que debía descubrir lo antes posible. El tiempo pasaba, como pueden pasar las páginas de un libro… como puede girar la bola del mundo… Esa casa era demasiado completa, quizás todo fuera una ilusión visual. O tal vez su familia estaba en esos objetos que en verdad no había esperado encontrar allí…
…¿Dentro de la bola del mundo?
…¿Dentro de uno de esos libros de idiomas desconocidos?
Se acercó al objeto que al fin pudo conquistar más tiempo su mirada y tentar sus dudas: el pergamino que descansaba en el suelo.
Seguro que la bruja había creído que no se fijaría en algo que en principio podía parecer un desperdicio; pero podía ser una triquiñuela, además algunas de las mejores ideas para la creación de los mismos libros, se recuperaban a veces del cesto para los papeles desechados…
Apostó por ese papel…
Salió de esa casa al trote: estaba previamente avisado del poco tiempo que tendría.
Cuando se detuvo para recuperar el aliento, y percatarse de que la bruja no lo sobrevolaba entre risotadas silenciosas, observó detenidamente el papel.
…Aparecieron la maldad y la magia de la bruja en forma de estiradas letras negras que parecían reírse de él:
''Tu familia no se encuentra en este papel ni en esta casa, para encontrarla, debes hacerlo, debes morir…''


2º relato del mes de septiembre

''Plic, muac, toc, shaff, la, cra...''
Plic, plic, plic… Jessica observaba cómo la lluvia rozaba su ventana, y le hacía recordar que su amado sol se había acostado pronto ese día. Pero eso no fue impedimento para que se acomodara bajo su manta, en el sofá, y se entregara a esos mundos de fantasía donde el tiempo lo manejaba ella…
Diana escuchaba con los ojos cerrados el roce en su ventana: muac, muac, muac… Ese sonido era el que su poético corazón traducía de gotas de lluvia a besos.
Lídia estiró los brazos recibiendo la caricia de la lluvia que había golpeado en su ventana: toc, toc, toc... poco antes de salir a recibir esa especie de saludo celestial, o quizás bendición: el agua hace crecer, como el alma...
Karen se imaginaba, mientras su cabeza se acomodaba en la almohada y no dejaba de observar las gotas en su ventana..., volando bajo la lluvia, que repiquetearía, shaff, shaff, shaff, sobre la piel del dragón que la llevaría a un mundo de sueños.
JascNet escuchaba la música al caer por su ventana: la, la, la: para él, la lluvia era bienvenida como una canción, escrita con tinta desde el alma. Sonrió.
A Natalia le encantaba escuchar el sonido de la lluvia en la ventana: sabía que era poco práctica; pero la enamoraba casi igual que la nieve; blanca como dos de sus ángeles… Aunque eran oscuros los libros que le encantaba leer, bajo el sonido del trueno, cual un cuervo: cra, cra, cra


1º relato del mes de octubre


‘’Oro viejo’’
Así como el ser humano tiene varias edades: niñez, juventud, madurez, vejez… las estaciones debían tener varias edades.
Los hombres mueren, como las estaciones. Aunque éstas resucitan, como quizás hagan los hombres…
Se cuenta que un escritor, el primero conocido…, que vivía en un lugar tan alto, tan alto… que nadie nunca lo podía ver desde la tierra, tuvo la idea de pedirle a una pintora que a partir de sus experiencias ya vividas… le otorgara a la supuesta tercera estación una historia y personalidad a través de sus lienzos, que cobrarían vida…
La pintora amaba la primavera: el recuerdo de su niñez: sus amorosos padres y abuela, sus juguetones perritos, y los paseos a lomos de su caballo blanco, llamado Gabrielo, llevándola al trote (cuando no se dedicaba a pastar la hierba…), soñando ella en que a Gabrielo le nacieran enormes alas de arcángel para llegar volando hasta las nubes, saltando de una en una para charlar con las estrellas y pedirles que iluminaran su habitación por las noches…
Pero también adoraba el verano: el recuerdo de su gran amor, con el que descubrió la suavidad de los sentimientos verdaderos, y con el que se dio cuenta de que al rozarse sus labios, los suspiros provocaban poemas… hasta que la majestuosa verja de sus reales sueños se cerraba para dar paso a las estaciones más lentas… llenas de hojas que dejarían de ser verdosas para convertirse en oro viejo… y caer y quedar enterradas bajo la vampírica nieve, que resplandecía como la romántica plateada luna...
Hasta resucitar. Como una supernova…
Hojas cayendo al cántico del viento…
Oro viejo…
La pintora, la poeta, empezó a pintar sobre una familiar tela, con buenas dosis de óleo que tardaría años en secar…, un paisaje inspirado en un pueblo de poetas llamado Soroa, en el que su alma había esperado a su amado, en otra época de separación…
Cada semana, una carta de amor casi tan prohibido como viva la llama del fuego de la chimenea, se guardaba celosamente en un arcón de cerezo, después de ser releída.
Una vez, sucedió que las hojas blancas escritas con letras de amor se transformaron en hojas caducas (prontas a secarse y adquirir el color del oro viejo), como las de los árboles del camino más precioso de Soroa, al tiempo que estos, hacían danzar hojas blancas escritas con los mensajes de amor del lejano amante, sobre la solitaria y esperanzada artista, cada vez que salía a pasear en espera del reencuentro…


Y en el Blog de JascNet




‘’Trastorno de perrosonalidad’’
–Ya me lo dijo mi madre…: ‘’Hijo, recuerda que algunos seres no entenderán jamás que maulles en vez de ladrar’’.
Pensó aquel perro al que todos se quedaban mirando como a un alien, cada vez que salía por su boca un sonoro miaauuu, mientras observaba cómo sus compañeros de aquel circo itinerante que era su casa, montaban la inmensa carpa con forma de exprimidor de naranjas.
Algunos llamaban monstruos a sus compañeros, a los que él respetaba por la fuerza y valentía con la que cada día se levantaban y mostraban al mundo sus cualidades. Aunque el mismo mundo sólo quisiera ver sus cualidades (durante un ratito que luego tal vez preferirían olvidar) como magos invisibles, funambulistas que no tenían piernas, come-fuegos, hipnotizadores que resolvían la vida de los que pagaban una entrada más barata para acudir al circo que la de la consulta del psicólogo, sirenas que recitaban a Shakespeare, forzudos que tenían corazones a juego, payasos que se camaleonizaban en directo…
Todos ellos se habían ido encontrando, apareciendo de los lugares más cercanos, remotos o desconocidos, como; el fondo del mar, de donde se escapó de un matrimonio concertado la sirena; un planeta sin nombre, del tamaño de un guisante, de donde procedía el mago; de un volcán, donde le era imposible leer sus libros predilectos al señor come-fuegos; de un asilo para personas sin seres que les quisieran, de donde se escapó el funambulista; de la consulta del psiquiatra (su consulta), de donde se acabó marchando el hipnotista; del alma de una niña que murió por enfermedad…, de donde acudía el a ratos apenado payaso; de la empresa de constructores de su cuñado, en donde acabó colgando su casco el forzudo… y de la casa del amo loco, que no podía sufrir escuchar a un perro maullar a la luna, de donde salió por patas el protagonista de esta historia.
El ‘’perro’’ dejó de observar a la gente que los observaba a ellos… con unas caras…, desde el otro lado del terreno en donde se erigía una carpa con forma de exprimidor… y continuó observando a sus compañeros (su cabeza se había ido moviendo mientras pensaba todo aquello…)
–No cambiaría mi situación actual ni por un millón de latas de sardinas –pensó, lanzando uno de sus maullidos al aire.

2 comentarios:

  1. Todos son historias maravillosas, imaginativas, interesantes y preciosamente escritas.
    Espero que sigas participando en ellos y, en especial, en el mío, claro. 😉
    No dejes de escribir nunca!!!
    😍😘👍🏼

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