Libro
recomendado: ‘’De profundis y otros escritos de la cárcel’’, de Oscar Wilde.
Editor Penguin Clásicos, 1º edición. 336 páginas. Autografía, historia, poesía.
Me gusta este agudo, realista y a la par histriónico
autor y he leído bastante de su variopinta obra. Ésta no podía faltarme,
después de saber que trataba un tema tan personal.
Una narrativa cruda, desesperada,
esperanzada… que nos muestra que la delicadeza del autor no se acabó en la
prisión donde fue privado de libertad y de sus deseados libros.
Es impresionante e increíble pensar que
alguien con una capacidad tal para calar a la sociedad en general, pudo ser
degradado por una persona y su familia, entre, al final, otros; pues la misma
sociedad que más tarde lo elogiaría, lo acabó de hundir, directa o
indirectamente.
En cierto modo, esta historia (la carta
dedicada a su masculino amante), me recuerda a una propia, en la que por suerte
pude alejarme de la maldad hecha persona, que pretendía pasar por un ser
inocente y fiel. Una persona perturbada que hizo daño a toda mi familia,
apoyada por su misma familia. En mi caso, nadie la amaba, como sí parece el
caso del autor de este libro, en donde el amor se torna rencor, para acabar
convirtiéndose en perdón…
Actualmente, a las personas que viven de ti,
de tu buena fe, sobre todo valiéndose de coacción y amenazas, se les llama
personas tóxicas; pero también es tóxico el que no pone fin a la situación de
degradación a la que es sometido. Los sentimientos pueden llegar a destrozar vidas;
aun si pretenden ser buenos. Aun si hablamos de la propia vida. O la de los que
amas.
También hay cartas a los seres queridos y a
los abogados, etc… del autor. Peticiones y situaciones que también degradan, y pequeñas
(en aquel momento, supongo, inmensas,) alegrías, que por otra parte, mantienen
entretenida el alma del prisionero.
Y un poema que resume con tanto realismo como
romanticismo, a mi parecer, la vida en prisión (en una época en la que los
seres autoproclamados ((y aceptados con o sin ganas por el pueblo)) superiores
creían que ser homosexual era un delito, pecado y tantas cosas más) pone fin a un
escrito lleno de confesiones que no hemos vivido de primera mano.
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