Cada 29 de febrero sucedía, al menos, un asesinato… demasiado diferente y espectacular. A veces estaban implicados neonatos…
Soy policía y nací un 29 de febrero, con lo cual, me resultó intrigante cuando todo empezó, o cuando lo descubrí.
Lo primero que pensé era que alguien no quería que se le hiciera la competencia: ser único en su especie: un nacido el 29 de febrero. Hay gente perturbada en cada esquina... Yo mismo podía ser, entonces, sospechoso; pero si lo fuera, también sería un hipócrita conmigo mismo. Y no. Tampoco creo estar loco. ¿Aunque un loco sabe si lo está?
...Ahí empezó mi cerebro a dudar y a iluminarme: la medicina, casi siempre en contra de la divina naturaleza y el 'problemático' ser humano.
Comencé a vigilar en varios hospitales. Cada vez, al tiempo que éste pasaba, me alejaba de 'mi zona'.
Pasarían años hasta dar con el culpable, y lo mejor del caso, es que él me encontró primero...
Tenía una lista de nacidos en 29 de febrero. Y quería acabar con todos. Primero con los que traía al mundo; pues era ginecólogo. Después, con los que él no conoció; pero a los que odiaba. Incluso los médicos están mal de la cabeza y son monstruos...
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