Normalmente los poemas y las obras pictóricas que son trozos de alma de mi madre, y que paso para, sobre todo inmortalizarla, no tienen una gran respuesta: quizás de más de mil seguidores que tengo, un cinco por ciento responden, como mucho. Aunque realmente no creo que llegue a la mitad, y no hay demasiadas palabras hacia alguien que escribía y pintaba con el alma...
Tampoco es que mis experiencias tengan mucha más acogida. Pero no esperaba demasiado ya desde el principio. Y no creo que mi madre sea tan mala artista, ni algunas de mis experiencias tan penosas.
De todos modos no se trata de quejarme, sino de confirmar que; aunque hoy comparta esta entrada simbólica con cariño, no tendrá una respuesta merecida.
No importa, lo hago igualmente por dos razones: la primera, para, como he dicho, seguir inmortalizando a mi madre, una persona que no tuvo oportunidad de seguir viviendo para compartir con los suyos lo bueno y lo malo...
La segunda, para que pueda consolar a alguien, quizás...
Hoy es primavera: una época en la que mi madre, en un momento duro de su vida, revivía, disfrutaba del cariño que renacía como las flores, y albergaba esperanzas de un futuro diferente...
Espero que un día a no mucho tardar, las personas que lo son, se recuperen. Y otras aprendan a serlo.
PLEGARIA
Por ti al Cristo
Ay si pudiera volar
y cantarle una saeta
a Jesús el Nazareno
que está llorando en la mar.
Le diría, oh Padre mío
escucha Tú mi cantar
que así te implora el destino
la que bien te sabe amar.
Pido por la primavera
que está rozando la mar
pues un corazón la espera
para que aprenda a besar.
Y llorando en el rocío
te ruego yo Padre amado
que ayudes a aquel bien mío
para que vuelva a mi lado.
Consol Bas Farizo, Helga...
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