A todos los chicos de los que me enamoré (trilogía), de Jenny Han. Editoriales: Cross Books, y Destino. Casi 1000 páginas. Juvenil (y para casi todas las edades), romántica, familiar, vecinos, amigos íntimos, primeros amores, LGBT, moda, cocina, estudios, deporte, fiestas varias, cambios varios, multicultural, otras épocas, risas y lágrimas… entrañable.
Querido lector,
Hace 2 años, en esa época… me cansé de noticias, y opté por un poco de series y películas, que tenía algo desplazadas. Y fue cuando descubrí las 2 primeras partes de la trilogía A todos los chicos de los que me enamoré. El actor que hace de padre de la protagonista fue el ‘’culpable’’, aparte de los protas principales, que parecían majos, de que luego me hiciera con los libros, en digital a un precio irresistible.
Hace poco terminé con la trilogía adaptada, y me preparé la trilogía literaria. Que tenía en mente para mi #retoreadingdeworld de febrero, pero en honor a ese padre, y más, preferí reservarla para marzo.
Las películas me recordaban a una época de mi vida. La música; referencias varias; el color turquesa; la inocencia que parece que hoy se ha olvidado a favor de las ventas; compañeros, amigos, no tan amigos, primeros amores; hermanos; esa eterna madre… Son un resumen de los libros, con retoques y momentos que echas en falta –y otros que agradeces–; pero son muy recomendables de ver, si quieres pasar un rato entretenido y más. En verdad los actores son encantadores.
Luego, con la lectura de los libros, he descubierto que, aunque este mes ha sido terrible para mis problemas musculares, gracias al tiempecito que ha hecho en la Costa Brava… con el final del primero necesitaba seguir leyendo el principio del segundo. Hacía mucho que una trilogía no me llamaba de este modo. Y menos romántica. Y menos juvenil.
Sí es verdad que hay fallos de estilo, señores correctores, y editores; y también, como lectora, encuentro que faltan detalles por acabar de rellenar… Pero esto demuestra que aunque una historia no sea ‘’perfecta’’, como esa galleta… a veces puede llegar a tocarte el corazón ‘’Para siempre’’… En mi caso, ha sido tocado varias veces. He reído y he llorado casi por partes iguales.
Tenemos a una chica muy romántica y dramática, que se enamora, sueña y escribe cartas de amor… que no manda. Hasta aquí, bien. Pero su hermana mayor se marcha lejos, y con un adorable, pero atareado padre, y sin esa madre a la que echa de menos todavía y seguro que siempre… su mayor compañía es su hermana pequeña, que tiene una personalidad arrolladora para su edad. Como su mejor amiga es un poco gamberra, Lara Jean suele quedarse en casa haciendo postres, y con miedo a conducir hasta la escuela, cosa de la que hasta ahora no se encargaba. Así que un día, 5 chicos reciben una carta de amor, cada uno. A partir de aquí, la tranquila vida de L. J. se va a convertir en todo lo contrario gracias a una especie de cupido muy metomentodo… Y va a tener que hacer un pacto para que nadie más se entere de que le gusta el chico que salía con su hermana mayor.
¿Qué podría pasar en una situación… por contrato?
Me encanta que la familia sea lo primero; aunque se puedan enfadar o decir barbaridades. Porque al fin, la duda sólo dura un rato.
En la segunda parte la historia flaquea un poco, porque se le da mayor trato al chico ‘’que faltaba’’ y a la residencia donde la protagonista ayuda a los mayores a sentirse… menos mayores.
En este tipo de historias los malentendidos suelen ocurrir, más siendo jóvenes. Así que las pruebas son tan duras como los exámenes. O más.
Y no olvidemos a ese solitario padre al que hay que hacer volver a sonreír, y no sólo por sus hijas.
Hay frases que parecen sacadas de mi vida…
En el tercer y último libro, hay mucho en juego: la familia; las universidades; las amistades; el amor; las dudas; el sacrificio… Es como un huracán a fuego lento pero seguro. Como ese amor que se ha ido cociendo y superando grados…
¿Qué pasará con Lara Jean, la que ha ido creciendo y demostrando su escondida valentía, y que tendrá que tomar esa decisión que puede separarla de los suyos, tarde o temprano? Y, ¿qué pasará con todo el amor que lleva dentro suyo (casi al lado de sus vestidos vintage y sus pintauñas en su equipaje), sus recuerdos, su presente y… su futuro? ¿Qué pasará con él…, ese chico único? ¿Qué será de ellos, de su familia, sin sus salidas inesperadas, y sin sus postres?
El futuro no está más que por descubrir. Por eso se llama futuro.
Me ha encantado redescubrir las películas y… descubrir la trilogía literaria.
Con cariño,
Natalia Bas Farizo
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