12 de agosto de 2019

Maratón de conciertos de julio 2019 (4º parte): Mad Cool (Madrid)


Nos habían hablado muy mal de la organización del festival Mad Cool… 


La verdad es que era la 1º vez para nosotros y debo reconocer que algo de eso encontramos: fuimos durante 3 noches, 4 veces (por horarios y artistas). De entrada, cada vez tuvimos que caminar un buen trecho: desde donde permitían aproximarse al taxi, bajo el calor, la humedad e incluso el viento, hasta llegar al lugar del acontecimiento. Y cada vez teníamos que esperar mucho rato para que la cola humana se acortara para poder tomar otro taxi de regreso. Todo esto después de cansarte durante horas; porque en un festival de verano te cansas; aunque seas un crío… Y aunque te lo pases de puta madre… Todo y que parece que este año lo hicieron algo mejor: dicho por algunos de los que repetían experiencia...
  Creo que; aun sin ser guardia de tráfico ni organizadora de eventos, se podían haber marcado un detalle y ofrecer autobuses para desplazarnos. En algunos eventos a los que he ido, lo hacían. Incluso si el lugar del acontecimiento no estaba tan lejos.
  Al llegar a la caseta y mostrar las entradas para obtener las pulseras, nos dijeron ‘’que no se pueden perder las pulseras u os quedáis fuera los dos días siguientes’’… Se quedaron ‘’literalmente’’, como dicen mucho hoy día, con las entradas… Sin palabras... Creo que tendría que haber más información, amabilidad y competencia: parecer que algunos de estos chicos que en teoría estudian (y te dicen que están allí temporalmente), lo hagan. Porque a veces parece que hablamos idiomas diferentes, y sólo se trata de música, no del teorema de Pitágoras.
  Pero no todo fue limitación: conocimos a un chico encantador que se encargó de un deseo que vamos cumpliendo por aquí y allá: el de entregar las tarjetas con poemas y lienzos de nuestra madre: de ese modo, ella también está allí… Gracias otra vez.
  También hicimos coña con los que te ‘rastrean’: uno me dijo que si prefería una mujer me fuera a otra cola, y yo le contesté que me iba a otra cola si tenían a un sueco… Intentó venderse; pero no era sueco…
  Otro me felicitó, ME FELICITÓ, porque mi bolso transparente no necesitaba ser registrado (además que con mi cara de buena nunca me registran realmente: sólo unas ¿10? veces, quizás, en más de 125 conciertos y sucesos aparte…): al fin, 18 Euros bien invertidos, para hacerles fácil el trabajo a los trabajadores que se supone que cobran.
  …Parece que esta vez mi láser potencialmente mortífero no coló como tal y se creyeron que era un pinta labios…
  (Querido lector, como dirían algunos escritores, si quieres saber de qué va la broma, sigue el enlace que viene a continuación:)


  Con las bebidas otra: con la excusa de que los vasos de plástico no pulularan por el suelo (¿no deberían haber eliminado ya el plástico y dejarse de excusas?), te hacían comprar un vaso de plástico regio, que debías endosarte en el cuello con una cinta, a lo campo de concentración. Llamadme histriónica; pero entre el sol, el agobio y los que chocan contigo sí o sí… sólo faltaba el accesorio, que por otra parte se transformó en un recuerdo. Llamadme positiva… venga. Eso sí: te cortabas los labios porque el vaso… es lo que es…
  En fin, más cosas: teníamos autos de choque, con la musiquilla típica… y la peña amorrada. 


Y teníamos una noria, que de lejos nos atrajo; pero de cerca… mejor me abstengo. 


Teníamos anuncios en plan bucle; porque si escucho un anuncio unas mil veces, está claro que me compraré el producto, me interese o no. Entiendo que no vas para quedarte parado hipnóticamente delante de la pantalla; pero a la larga se hacía pesado: teníamos que movernos entre diferentes escenarios y durante 3 días, en 4 ocasiones. Entiendo que se necesitan patrocinadores; pero ellos parece que no entienden que a veces cargan.
  Tenías agua gratis; pero en plan campo de concentración. Me abstuve hacer foto. Lo siento. También de beberla…
  Y alguno quiso dejarnos ciegos a golpe de mega foco en plan ‘’Batman’’… Si algún día me entero de quién es…
  También me sigo preguntando por las protuberancias en el suelo: cables y demás… que ¿ocupaban el espacio que quizás debieran haber ocupado los vasos de plástico que ya no debieran existir? Casi nos caemos en más de una ocasión, por el desnivel bajo la oscuridad... Nada de alcohol; así que no penséis mal.
  Una chica me preguntó por mi abanico (llamadme experimentada…, también me ha servido para espantar el ‘olor’ a porro: no la verdura, en alguna ocasión): abanico que me regalaron en Barcelona, en un festival de verano… Allí, en Madrid, los vendían.
  Otra cosa frustrante fue que había un salto temporal entre la música en directo y el movimiento de labios de los artistas en las pantallas gigantes.
  Y otra, que algunos artistas debían competir, competir siempre… porque actuaban en el mismo horario…
  Esto da para un relato corto… Perdonar mi vena artística…
  Lo dejo aquí… Porque el cartel me parece más importante.

Nuestro 1º día, 1º sesión…:
  Lauryn Hill (que se apuntó al festival cuando ya habíamos comprado las entradas) llegó tarde, y parece que muchos se fijaron en eso, y ‘’en su carácter mandón’’, como dijo alguien, y no en su voz, su potencia, su energía, su pasión, su mensaje, su música, sus profesionales acompañantes… y esas canciones. Incluso en la DJ que nos hizo la espera más amena…



  Un placer descubrirla en directo, que se hizo corto, después de escucharla tantas veces en casa. Aunque sí es verdad que 2 de las canciones que esperábamos bailar con más soltura, fueron más o menos versionadas. Aun así: un honor estar allí. Y acabar cantando con ella, en comunión.


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Alguien pasó por nuestro lado y aseguró que tenía que ver a Iggy Pop ‘’antes de que la palme’’. ¡Qué bestia! Aunque tal como lo dijo fue gracioso…


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  Cantaba mientras lo hacía Lauryn Hill, así que nos perdimos casi todo el concierto; pero reservó la mejor canción para mí…

Hasta las 3 de la madrugada no nos tocaba más marcha; así que nos fuimos a relajar…
  Teóricamente era el 2º día; pero seguía siendo, para nosotros, el 1º (2º sesión..)

Pudimos escuchar a The Hives, un poquito… casualmente, la canción que queríamos. 


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Entonces era el turno de los Chemical Brothers, y de una DJ que acabamos de descubrir: Charlotte de Witte: había que repartirse…; porque no pudimos clonarnos…
  Los Chemical empezaron con mucha marcha y reconozco que me encantó desmadrarme un poco… Un escenario y puesta en escena alucinante y muchos recuerdos que acudían a mí…





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  Después de medio concierto, cambiamos de escenario para apoyar al descubrimiento y disfrutar de la música que pincha…
  Buen ritmo entre el misticismo...


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Decidimos salir antes de que se terminara; porque entre la caminata hasta el taxi y la espera del mismo…
  Tuvimos suerte y por el camino y a pleno pulmón, nos despedían algunas de las mejores sintonías: de los Chemical y de Carlotte (que también se apuntó después de comprar las entradas)…

Conocimos a un matrimonio de dos hombres muy simpáticos, con los que teníamos gustos varios en común: ¡Europe también!
  Me pregunto a veces, aún, por qué no se ven casi parejas del mismo sexo besarse por la calle, como se ven a parejas de distinto sexo (aunque tampoco es que actualmente vea mucho amor o pasión de ése…) Si tengo que etiquetarme, soy heterosexual; pero de este siglo; aunque creo que en otros siglos anteriores, proporcionalmente, había más ‘tolerancia’; ya que reyes y otros han pasado a la historia tan campantes… A veces es contradictorio… Y todos somos personas. PERSONAS. Joder, hasta los animales practican la homosexualidad…
  Eso me ha gustado este año en los festivales de verano (no sólo en Madrid, también en Barcelona): ver parejas del mismo sexo a sus anchas.


2º día, 2º sesión…:



  Mis queridos y añorados Smashing Pumpkins… Con ellos me iba a trabajar hace un tiempo: en el coche sonaban variopintas canciones de su cosecha: románticas, oscuras, frescas… ¿Por qué a algunos meten a otros en un saco de una sola dirección cuando son capaces de crear cualquier cosa?



  Retransmitido por T.V., con un escenario fantástico que tenía vida propia, y gente que lo rodeaba todo… Las canciones se sucedían, convirtiendo a incrédulos en creyentes. Incluso a mí me sorprendieron con alguna canción que desconocía, y ese directo que sonaba perfecto… ‘’Ava Adore’’ me resultó tan breve y efímera como esperada y alucinante… Pero no la volvieron a tocar por más que a mí me hubiera gustado…




  Simpatía y palabras en español, para que no se diga.
  Y como siempre digo: lo bueno dura poco. Confirmado.
  Se despidieron con melodía Versallesca, tal como se presentaron. ¿Un guiño?... En verdad la melodía, una especie de descendiente de la danza española, está compuesta por un compositor alemán, pero cada uno ve lo que quiere, a veces...
  (Existe una famosa página donde podéis encontrar los setlists de los artistas; aunque no todos..., sólo con poner el nombre del artista y seguido la palabra setlist en el buscador... Por si os interesa.) 

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Eric Pryd y sus melodías y sus lásers me tenían fascinada; pero ¡estaba cansadaaaaa! Aun así: ¡qué pasada!



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Y otra noche que acababa…


3º día, 3º sesión..:


  The Cure… ¿qué puedo decir de un grupo que me encanta más de lo que nunca imaginé?... De pequeña me daban ‘miedo’ y ahora me da miedo pensar que no me hubiera parado a escucharlos mejor…


  Los disfrutamos en 2016, creo recordar… y pensé que nunca más volvería a disfrutarlos…


  En principio quise ir a este festival porque además de ellos estaban los Smashing, y esas dos razones eran suficientes, además los Chemical y Eric (luego se apuntarían 3 mujeres a la lista…), que también queríamos descubrir; pero es que The Cure se llevó mis lágrimas y mis sonrisas más que otros artistas… Una momentánea bipolar entre recuerdos y emociones en directo…



  Retransmitido también, lleno de gente, un decorado emotivo y personal…



  Un cantante encantador: lo es, preocupado por su público, al que pareció no querer despedir al terminar esa maravillosa actuación…


  Yo creo que si le quitas el micrófono, no lo notarías: tiene una potencia brutal como pocas veces se escucha… Y una variedad de canciones que te enamoran, te ponen triste, te hacen bailar como un crío, te hacen sonreír y reír…



  La energía y la clase residía en ese escenario, en ese momento que siempre dura poco; aunque se quede para siempre en el interior.
  No puedo nombrar canciones preferidas; porque hay tantas; pero ‘’Burn’’ me encanta al punto de dejarme llevar.
  Cuesta despedirse…

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Pero Robyn nos esperaba para hacernos bailar otra vez.


  Buenas canciones, buen directo y alucinante energía. Increíble espectáculo, y coreografía especial frente a un especial y encantador escenario… 




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  Otra sorpresa positiva: creo que casi no tengo quejas entre todas mis experiencias…


Otro festival inaugurado y terminado. Este año nos ha dado por aquí…; quizás la culpa es de estos grandes artistas (y otros que descubrimos e Mad Cool entre concierto y sesión) que se han reunido para picarnos a llegar a metas y más metas.







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Como mínimo: ¡GRACIAS!


 
 

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