Antes de ayer
disfrutamos de una obra de teatro, que, en principio unos decían que era una
comedia, y otros que un drama… Yo creo que es una tragicomedia: actual, actual;
pero a la vez, casi más antigua que el mismo humano.
Una puesta en escena sobria, con dos actores
que no necesitan de más, y que nos harán conocerlos en pasado, presente y un
futuro que acaba siendo presente.
Un guión que en verdad te arranca risas, más
que nada por los actores, y por la realidad de la que te hacen partícipe, sin
saber, o seguramente sí, que muchos están en su misma situación; incluso si en
la sala hubieron risas a destiempo…
Una interpretación contundente y convincente,
te hace pensar que hay que madurar anímicamente para poder ser felices, en
realidad; pero ¿cómo se madura anímicamente? El sentimiento está o no. No se
fuerza, no crece: nace ya crecido o no nace y estás vacío, y por ende, resultas
tóxico. Además, desde que yo recuerdo la gente está más preocupada por
aparentar inteligencia y poder; he conseguido; tengo; soy; hice; haré… Egoísmo.
Las relaciones tóxicas son un peligro, y lo
sé muy bien. La mayoría de personas que conozco tiene cierto grado de
toxicidad: yo misma, al perdonarlos: a algunos, lo tengo.
…Un inicio por una parte vacío, y por otro
machista, dan paso a lo que se conoce hoy como desgana familiar. Pasotismo y
por consiguiente infelicidad.
El tiempo pasa y las cosas siguen igual. Las
novedades no llegan a serlo porque no hay suficiente valor para afrontarlas con
las ganas que pudo haber otra vez…
Llegan terceras personas que no se verán en
escena; porque aquí se trata de observar y quizás estudiar el comportamiento de
una pareja en diversas situaciones que requieren de confianza, amor, respeto,
madurez, cariño… valentía, sinceridad… Y en la mayoría de veces, a mi gusto,
suspenden, por mucho que el final de la obra sea… como es.
Una pareja que es más ‘feliz’ separada que al
lado uno del otro…
El sexo es un tema importante, cómo no, en la
vida de esta pareja: cuando sí y cuando no. Así como es de locos ver que
necesitan situaciones extremas y caer bajo como personas, para ceder ante
impulsos que no sabes si son lo que los une o lo que los separa…
El ser humano es el ser más difícil, fácil, y
ambiguo que conozco. Capaz de matar en vida y morir en las mismas
circunstancias. Capaz de no entender que sólo hay una vida, y que la
desaprovechamos, a veces, por estupideces. Otras, por personas que ya ni con la
palabra tóxica, pueden ser descritas. Aunque esta reseña quizás la tendría que
haber hecho un psicólogo… uno bueno.
Una gran actuación, y una gran lección. A ver
quién se la aprende.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si deseáis comentar, me gustará leeros